jueves, 5 de febrero de 2015

Turbiedad en el río: el servicio de agua comenzó a normalizarse en el Alto Valle

La empresa estatal Aguas Rionegrinas comenzó a normalizar el servicio de agua potable en Allen, una de las ciudades afectadas por la turbiedad alta en el río Negro.
Allí, hace instantes se realizaron mediciones que indicaron una notable baja en la turbiedad, lo que permitió que pudiera abrirse el bombeo nuevamente.
La normalización será paulatina, y en el contexto de la situación climática.
Mientras tanto, se trabaja para disponer la apertura de la captación en la planta potabilizadora de General Roca, que debió cerrarse con la llegada de valores altísimos de barro en el curso del río.
La apertura de la captación estaba prevista para las 14 horas, plazo que debió extenderse a la espera de la llegada de valores adecuados para permitir el ingreso del agua a los filtros.
Se prevé que en el transcurso de la siesta los valores que alcance la turbiedad del río bajen al punto de permitir la puesta en marcha del bombeo nuevamente.
En el marco de esta situación, Aguas Rionegrinas envió asistencia de agua potable en camión cisterna al hospital público.
El equipo técnico de la firma estatal en la ciudad de General Roca permanece en alerta, monitoreando de forma permanente los índices para, apenas sea posible, reiniciar el bombeo.
En Balsa Las Perlas, Cipolletti, el servicio continúa interrumpido, con asistencia de agua envasada y a granel desde ayer en el puesto sanitario.
El resto de las localidades ya pudo normalizar el servicio.

Sobre el aspecto del agua

Es preciso especificar que, aún frente al panorama más alentador en cuanto a los niveles de turbiedad, el agua que llegue a la red necesariamente se verá con aspecto ligeramente turbio.
Ello es así porque, aún funcionando al máximo la planta potabilizadora y con los filtros en estado óptimo, es técnicamente imposible eliminar completamente los niveles de barro en planta.
A esto se suma la urgencia por restablecer el servicio fundado en la lógica necesidad de la comunidad de volver a contar con el suministro en sus hogares.
Por ello, y a sabiendas de que el agua no será incolora y deberá recibir un tratamiento preventivo en los hogares previo al consumo, se espera el descenso de los valores al máximo nivel que pueda tolerar la planta para empezar a producir.
Este procedimiento de “potabilización con bajos niveles de turbiedad” ya se realizó en oportunidades anteriores en las que las lluvias generaron este impacto en los cursos hídricos por lo que se sabe que la apariencia del agua no será incolora.
Frente a esto, Aguas Rionegrinas, como empresa estatal, solicita a los medios de comunicación social y a las empresas de información que colaboren en la comunicación de pautas de prevención que son necesarias en estos casos, difundiendo que el agua debe ser hervida o, en su defecto, recibir el agregado domiciliario de dos gotitas de lavandina por litro de agua, dejando reposar el líquido una hora antes de consumirlo.
Del mismo modo, Aguas Rionegrinas alienta el uso responsable de la información que hace al bien público, ya que la desinformación genera preocupación.
Por último, la empresa estatal remarca que el problema de la turbiedad en el agua es un problema externo para cualquier prestador del servicio y considerado muy grave en términos técnicos.
Esto es así debido a que los barros producen un daño en la planta, los filtros y en las cañerías de la red que luego es preciso subsanar y eso sólo puede hacerse de manera paulatina, disponiendo cambios de presión por sectores, durante varios días, con múltiples perjuicios técnicos en el servicio.
La línea gratuita 0800 999 24827 continúa recibiendo reclamos y consultas.​

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