Por estos días se sucedieron una serie de hechos en el país, donde vecinos decidieron hacer justicia por mano propia, frente a la creciente ola de delitos, llegando en un caso a provocarle la muerte a una persona. No es un hecho para ponerse contentos, ya que es una forma primitiva de resolver los conflictos; pero si nos ponemos a analizar los distintos motivos que dan origen a esta situación, nos encontramos que esto que sucede hoy es una consecuencia directa del linchamiento de las instituciones que provocaron nuestros dirigentes, donde da lo mismo hacer bien que mal las cosas, en 30 años desde el inicio de la democracia en 1983, vemos como orgiásticamente quienes ingresan a la política con un austero estilo de vida, se retiran millonarios, se inician investigaciones que terminan en la nada, a quien vivía en una casa normal con un trabajo normal e ingresó a la política, le bastan unos pocos años en la función pública para retirarse, vivir en un barrio cerrado, tener autos de alta gama (varios), tener inversiones y dinero para vivir 10 vidas, sin que pueda justificar haber obtenido todo eso en forma honesta, ninguno va preso, y los que son juzgados pasan breves periodos procesados y luego son sobreseídos quedándose con lo robado. Los gestos deben venir desde arriba, como en una familia, donde no podemos exigirles a nuestros hijos honestidad si somos unos ladrones, donde si no tenemos valores, no se los podemos inculcar a nuestros hijos. Si el comportamiento de nuestros dirigentes no cambia, y siguen utilizando y linchando las instituciones en beneficio propio, la degradación de valores va a ser muy difícil de revertir.
Roberto Zgaib
DNI 21.108.671
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